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Atajo poético fue una iniciativa llevada a cabo por el año 2005 en escuelas de la zona sur de Santiago. La idea era que los niños de colegios básicos escogieran dentro de una gran cantidad de poemas, tanto de poetas jóvenes como consagrados de Chile, y que en base a esos poemas ellos los reescribieran, creando ellos mismo sus propios textos.
Las reescrituras hechas por estos niños se hacían en el contexto de un concurso en cada colegio, en donde a los primeros lugares se les incluía en libro y otros formatos, aparte de ser partícipes de intervenciones poéticas en espacios públicos de sus barrios y lecturas ante sus propios compañeros y otros lugares de su comuna, junto con los poetas mayores que eran reescritos.
Y acá los poemas. Primero el texto Con Título de Miguel Luengo, de en ese tiempo octavo básico, con el que ganó el concurso de Atajo Poético en el Liceo Mariano Latorre, de La Pintana. Poema que nace a partir de la reescritura de un texto no titulado, perteneciente al poemario Raso, que es el que le secunda.
Con Título
Cada día de luna escucho una voz entre suspiro y canto
al caer sus ropa al acostarse levantase
siempre al mismo ritmo
cada postura en su lugar y su tiempo
cada ejercicio rebalsado de ritmos
los gritos siempre acaban en su boca
solo una cosa cambia
son quienes se relevan
entre la espada y la pared
[sin título]
Cada noche se oye una voz
Entre suspiro y grito gime
Al caer su uniforme
Al tenderse levantarse
Siempre al mismo ritmo
Cada posición en su lugar y su tiempo
Cada ejercicio lleno de movimientos cortos
Los gritos siempre terminan acaban en su boca
Lo único que cambia
Son quienes se dan el relevo
Entre la pantalla y el retrete
Atajo poético fue una iniciativa llevada a cabo por el año 2005 en escuelas de la zona sur de Santiago. La idea era que los niños de colegios básicos escogieran dentro de una gran cantidad de poemas, tanto de poetas jóvenes como consagrados de Chile, y que en base a esos poemas ellos los reescribieran, creando ellos mismo sus propios textos.
Las reescrituras hechas por estos niños se hacían en el contexto de un concurso en cada colegio, en donde a los primeros lugares se les incluía en libro y otros formatos, aparte de ser partícipes de intervenciones poéticas en espacios públicos de sus barrios y lecturas ante sus propios compañeros y otros lugares de su comuna, junto con los poetas mayores que eran reescritos.
Y acá los poemas. Primero el texto Con Título de Miguel Luengo, de en ese tiempo octavo básico, con el que ganó el concurso de Atajo Poético en el Liceo Mariano Latorre, de La Pintana. Poema que nace a partir de la reescritura de un texto no titulado, perteneciente al poemario Raso, que es el que le secunda.
Con Título
Cada día de luna escucho una voz entre suspiro y canto
al caer sus ropa al acostarse levantase
siempre al mismo ritmo
cada postura en su lugar y su tiempo
cada ejercicio rebalsado de ritmos
los gritos siempre acaban en su boca
solo una cosa cambia
son quienes se relevan
entre la espada y la pared
[sin título]
Cada noche se oye una voz
Entre suspiro y grito gime
Al caer su uniforme
Al tenderse levantarse
Siempre al mismo ritmo
Cada posición en su lugar y su tiempo
Cada ejercicio lleno de movimientos cortos
Los gritos siempre terminan acaban en su boca
Lo único que cambia
Son quienes se dan el relevo
Entre la pantalla y el retrete
Acá el pendón que lleva los dos poemas
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q notable....felicitaciones Cardani por ganarse tamaño lector.
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